Las terapias alternativas son prácticas de atención médica, prácticas de salud o productos que no forman parte de la medicina convencional y pueden ser utilizados en lugar de o además de los tratamientos estándar. Se basan en filosofías de cuidado de la salud y enfoques diferentes a los de la medicina alopática, buscando el bienestar integral del paciente.
Características y ejemplos
- Enfoque holístico: A menudo consideran al paciente en su totalidad, incluyendo su dimensión física, mental, emocional y social.
- Base no convencional: Pueden provenir de tradiciones médicas de otros países o sistemas no integrados en la sanidad prevaleciente.
- Evidencia científica limitada: Mientras que la medicina convencional se basa en evidencia científica sólida, muchos de los tratamientos alternativos carecen de estudios rigurosos que respalden su efectividad.
- Ejemplos comunes:
- Prácticas corporales y manipulativas: Acupuntura, quiropráctica, masajes, reflexología.
- Terapias energéticas: Reiki, terapia de toque.
- Métodos naturales: Suplementos alimenticios, remedios herbales, vitaminas.
- Prácticas mente-cuerpo: Meditación, yoga, relajación.
Uso e importancia
- Alternativas o complementarias: El término «alternativa» se refiere a su uso en reemplazo de la medicina convencional, mientras que «complementaria» implica que se usan junto con ella.
- Mejora de calidad de vida: Pueden mejorar la calidad de vida de pacientes con enfermedades crónicas o aliviar los efectos secundarios de tratamientos convencionales.
- Consulta médica: Es fundamental consultar a un profesional médico antes de usar terapias alternativas, ya que algunas pueden ser riesgosas, contraindicadas o interactuar negativamente con tratamientos convencionales.



