DRENAJE LINFATICO:

El drenaje linfático es una técnica de masaje manual suave que estimula el sistema linfático para mejorar la circulación de la linfa,
eliminando el exceso de líquido y toxinas del cuerpo. Al seguir el recorrido de los vasos linfáticos con movimientos lentos y rítmicos,
esta terapia ayuda a reducir la hinchazón (edema), especialmente en casos de linfedema (como después de tratamientos contra el cáncer),
y fortalece el sistema inmunológico.

¿Qué es y cómo funciona?

Sistema linfático:
Es una red de vasos y ganglios que transportan la linfa, un líquido que recoge y elimina desechos,
toxinas y nutrientes de los tejidos, llevándolos a la sangre.
Técnica:
Se aplican movimientos lentos, suaves y repetitivos que siguen la dirección de los vasos linfáticos.
Esto genera una presión suave que facilita el movimiento de la linfa acumulada hacia los ganglios para su correcto procesamiento.
¿Para qué sirve?
Reducción de edemas:
Ayuda a disminuir la acumulación de líquidos en los tejidos, lo que es útil en el linfedema y la inflamación postoperatoria.
Desintoxicación:
Contribuye a la eliminación de toxinas y sustancias de desecho del organismo.
Apoyo al sistema inmunitario:
Al estimular los ganglios linfáticos, se potencia la función inmunológica del cuerpo.
Mejora de la celulitis:
Puede contribuir a mejorar el aspecto de la celulitis al facilitar el drenaje de líquidos.

Características del drenaje linfático:

Suavidad:
Es un masaje muy suave e indoloro, con una presión mínima, que suele ser placentero y relajante.
Ritmo lento:
Los movimientos son lentos y rítmicos para activar la linfa sin causar fricción en la piel.
Manual:
La técnica se realiza manualmente, aunque se puede complementar con otros métodos como la presoterapia o vendajes.